Desde que se inició su construcción, las expectativas sobre uno de los rascacielos más alto en España, con un diseño arquitectónico de proporciones enormes, ha tenido el destino de coincidir su inicio con la peor de las situaciones en inmuebles en España, durante la burbuja inmobiliaria.

Edificio Benidorm, In Tempo de 52 plantas, 3 de las cuales en el sótano, con una peculiar geometría en forma de pieza de encastre, son dos torres unidas entre sí.

Separadas por 20 metros, se puede acceder de uno a otro por el sótano, que es común, o por los últimos pisos, terminado en cono.

Debido a la coyuntura que atraviesa España, en el sector de la construcción, el edificio lleva ya 9 años sin terminarse.

La administración responsable de su construcción ha entrado en una crisis que obliga a la venta del edificio.

El edificio, sin terminar y con deudas, resultó más un gigante que aplasta más que un diseño para desafiar el cielo.

Al edificio le va a caer la situación paradójica de ser valioso, pero con una situación financiera difícil de sobrellevar.

Es de gran expectativa quién podrá tomar el desafío de convertir en realidad la terminación, asumir la deuda y convertir este gigante destinado a provocar reverencia de los hombres, en un monstruo bondadoso.

Comprar edificios para alquilar, dicen, no es tan buena idea, el mantenimiento de semejante obra se comería la inversión, dicen otros, la pregunta es, qué se hace con un bien cuya construcción está en curso, con un costo que no se ha logrado recuperar, gastando mientras existe, mientras respira.

¿La respuesta es abandonarlo?

Cómo puede llegarse a un punto tan complicado en la inversión de un bien que es tan escaso como la vivienda.

Paradojas del mundo moderno.

La generación audaz, la de entre 20 a 25 años, con ganancias extrañas provenientes de actividades más extrañas aún como las que ocurren en las redes sociales, con su negocios en bienes raíces a velocidad de conexión, es, supuestamente, la generación para la cual se diseñan estas monstruosidades.

La pregunta es si llegará a cumplir ese destino.

En la imagen podemos ver la comparación en altura entre edificios emblemáticos del mundo.